La repercusión de la caída del operador turístico Thomas Cook

La repercusión de la caída del operador turístico Thomas Cook

¿Un aviso del tipo Lehman Brother?

El 23 de septiembre será un día para el recuerdo en el sector turístico en Europa. Ese día uno de los operadores turísticos británicos más grandes y antiguos, cuya tradición data de 1841, se declaró en bancarrota. Después de 178 años de actividad, Thomas Cook pasará a la historia en una atmósfera de desconcierto y agitación.

¿Es otra bancarrota en un estilo de terremoto de Lehman Brothers pero esta vez en el sector hotelero?

Quizás, finalmente deberíamos aprender una lección. Ya que esta vez el modelo de negocio de los operadores turísticos “todo incluido” en Canarias y Baleares está en riesgo.

La repercusión de la quiebra de Thomas Cook en el sector hotelero europeo

La caída de Thomas Cook ha tenido consecuencias no solo en los turistas, millones de los cuales quedaron varados en centros turísticos en España, Grecia y Turquía. También ha repercutido en todo el sector hotelero y la economía europea. Según la Confederación Española de Hoteles y Turismo (CEHAT) sólo en España, unos 500 hoteles se declararán en concurso hasta diciembre. El Gobierno español ha aprobado un fondo especial de 700 millones de euros (préstamos y ayudas directas) para cubrir las pérdidas derivadas de este hecho histórico, y que se evalúa en 200 millones de euros. Según el presidente de CEHAT, desde el martes 23 de septiembre, cientos de hoteles han sido cerrados en Ibiza, Mallorca, Cataluña, Andalucía y aún no ha terminado. La próxima avalancha de quiebras se espera en 2020.

Sobre Thomas Cook

Todos los años, Thomas Cook enviaba alrededor de 19 millones de turistas al extranjero, de los cuales 3,6 millones eligieron Canarias y Baleares. Según el «El País», los clientes del operador turístico británico en las Islas Baleares ascendieron al 15% y en las Islas Canarias, incluso más del 25% de todos los turistas del operador. El gigante británico operaba en 16 países, en 60 destinos y poseía alrededor de 200 hoteles en 46 destinos, así como sus propias aerolíneas.

Problemas internos

Los problemas de la compañía comenzaron años antes de declararse en bancarrota. Hubo muchos factores que contribuyeron a la caída del operador turístico Thomas Cook. No solo la incertidumbre relacionada con el Brexit, una disminución en el valor de la libra esterlina, sino también una situación política en países como Turquía y Egipto dejaron una marca en el número de reservas. El crecimiento de competidores en línea como booking.com y Airbnb y el hecho de que volar se haya vuelto más asequible y posible para un número de destinos también tuvo un impacto significativo. Además, existen algunas controversias relacionadas con los sueldos adicionales y las bonificaciones otorgadas por el consejo de administración a pesar del deterioro de la condición de la empresa. La situación llegó a un punto en el que, para sobrevivir en el mercado, la compañía tuvo que vender tres millones de tours al año solo para cubrir los intereses de la deuda.

Impacto en la economía española.

Para imaginar la magnitud del problema y el impacto de la caída de Thomas Cook en el sector turístico en Europa, es necesario comprender su carácter casi monopólico. Mientras operaba en 16 países, Thomas Cook contrató a casi 21,000 personas en todo el mundo (de acuerdo con el informe financiero de 2018), poseía 100 aviones y operaba 186 hoteles y resorts de su marca propia. Solo en las Islas Canarias, la compañía poseía 20 hoteles, 29 en Turquía, 3 en Gambia y más de 10 en Túnez. A pesar de su propia actividad, la compañía también cooperó con Expedia- el sitio web que se dedica a la reserva de viajes, vacaciones, cruceros, alojamiento, boletos de avión o alquiler de coches.

Entre muchos destinos disponibles, los resorts de “sol y playa” en Grecia y España fueron especialmente populares.

¿Cómo afectará la caída de Thomas Cook a la economía española?

Hasta el último momento, Thomas Cook intentó llegar a un acuerdo con bancos y accionistas que evitaría la caída de la compañía. Independientemente de los esfuerzos, el plan fracasó y el gigante británico se vio obligado a iniciar el proceso de liquidación de la empresa, poniendo en grave peligro el sector turístico europeo.

Las víctimas más inmediatas son una miríada de pequeños hoteles que solían vender toda la temporada por adelantado, pero que se les pagaba después de la estancia de los huéspedes. Por lo general, el pago de temporada alta (julio y agosto) debía pagarse en septiembre. Un pago que nunca se ha recibido a pesar de que los clientes incurrieron en todos los gastos de sus vacaciones. Esta es una calamidad para los propietarios de pequeños hoteles que representa un riesgo para su actividad.

A nivel macro, considerando que el turismo en España constituye el 14,7% de todo el empleo, es fácil predecir la repercusión de la caída en la economía española. No sólo los empleados y los turistas son víctimas de la crisis. También las compañías del sector como Aena, Amadeus, Meliá o NH Hotel Group sufrieron una caída de sus cotizaciones en bolsa en esos días.

La caída de Thomas Cook afectó a los centros turísticos españoles más populares en las Islas Canarias y las Islas Baleares, incluidas Las Palmas, Tenerife, Mallorca, Ibiza y Menorca, pero también Cataluña y Andalucía. Por lo tanto, la Confederación Española de Hoteles y Alojamiento Turístico (CEHAT) ha pedido el gobierno español que prepare un programa de rescate para hoteleros y, sobre todo, exenciones fiscales de emergencia o exención de algunas de las tarifas relacionadas con el seguro social de los empleados. El lobby ya ha obtenido algunos de ellos.

Lo ocurrido debe considerarse como una advertencia y una llamada urgente para reconsiderar el modelo de negocio basado en operadores turísticos “all-inclusive” y que es competitivo solo en función del precio.

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